Los primeros yogures fueron probablemente de fermentación espontánea, quizá por la acción de alguna bacteria del interior de las bolsas de piel de cabra usadas como recipiente de transporte. Este descubrimiento casual se atribuye a los antiguos Búlgaros que migraron por Europa desde el siglo II hasta el VII estableciéndose definitivamente en los Balcanes.
En la zona oriental del Mediterraneo, sobretodo en Grecia, el queso fresco se elabora con leche de oveja. El yogurt resultante se cuelga en bolsas de tela para eliminar el suero, después se forman bolitas que serán conservadas con especias y aceite.
Lo que se encuentra en el mercado como "Yogurt Griego" dista mucho de ser un autentico yogurt cremoso de leche de oveja, es más un yogurt con nata de vaca, es por ello que para la receta nos valdremos de yogures convencionales
Ingredientes
- Yogurt
- Sal
- Guindilla
- Romero
- Oregano
- Aceite de oliva virgen
Elaboración
Se congelan los yogures. Una vez congelados se sacan de su recipiente y se pone a descongelar en la nevera sobre un colador. De este modo se separá el suero de la fracción cremosa. Cuando esté completamente descongelado se hacen unas bolitas con el yogurt y se le expolvorea la guindilla y las hierbas.
Se introducen en unos botes esterilizados y se llenan de aceite de oliva virgen. Se conserva en la nevera hasta 3 semanas.
Para servir el queso, saque las bolitas y úntelas en pan tostado.
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