Bancos enteros de peces plateados entraban en las redes de los antiguos marineros frente a la isla mediterránea de Cerdeña. Aquellos peces recibieron el nombre derivado de la palabra "sarda" con la que se denominaba en latín a la isla. Sobre su valor gastronómico ya existían serias discusiones, los romanos las apreciaban muchísimo, en tanto que los griegos la relacionaban con el reino de Hécate, diosa de los muertos, por lo que en el mejor de los casos se servían en la mesa de los pobres.
En Italia se tiene por costumbre presentarlas sin cabeza y desvisceradas.
Ingredientes
- Sardinas
- Aceite
- Ajo
- Guindilla
- Eneldo
- Vinagre
Elaboración
Se limpian y se descabezan las sardinas. Se marinan con una mezcla de aceite, vinagre, ajo guindilla picada y eneldo. Se dejan marinar durante una hora girándolas una sola vez.
Se retiran las sardinas y se asan a la parrilla o la plancha, mojándolas con la marinada de vez en cuando.
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